Se ha demostrado que en casos de abuso, los factores que predicen mejor afrontamiento del mismo son:
- El entorno crea, acompañe y haga esfuerzos por que se haga justicia y repare daño.
- Se aumenten los recaudos para evitar nuevas situaciones (protege).
- El entorno mantenga calma, y actúe, siendo sumamente importante que los adultos al cuidado se muestren equilibrados, regulen sus emociones negativas, para no volcarlas al menor y procedan con seguridad.
En los casos donde un menor sufre abusos y el entorno no creer, no acompaña o bien se desborda ante la noticia, etc. Se genera en el niñ@ un doble malestar y trauma, sumando al evento traumático el malestar por no ser ecuchado, no recibir acompañamiento, ni ser cuidado, valioso, ni reconocido por sus cuidadores. Generando un mayor impacto negativo en su autoconcepto y autoestima, ya de por sí dañados.
Por lo que como padres es de vital importancia el acompañamiento que damos a nuestros hijos ante sospechas de abuso. Siendo vital mantener la entereza, evitar sobrepreguntar por el evento y los detalles, y acompañar desde el cariño y la calma, sin olvidarnos de dar los pasos para denunciar y proteger al menor.